Escribimos para que el mundo nos conozca, para hacernos eternos en las lecturas de otrxs, para renacer en cada palabra nuestra que se relee, se resignifica, se reinventa.
Escribimos para liberarnos, para que nos crezcan alas, para que se amplíen nuestras miradas, para que se ensanche nuestra mente y galope nuestro corazón al ritmo de los mundos nuevos que nacen en nuestras páginas.