domingo, 17 de julio de 2016

Palabras del Bicentenario de la Patria

El pasado jueves 7 de julio, la gran comunidad del Conserva-Pirán celebró el aniversario n° 200 de la Independencia de la Patria. Y como no podía ser menos, lo festejamos como se merece, con un hermoso acto que unió a los tres niveles, Inicial, Primario y Secundario, que incluyó una chacarera bailada por estudiantes de 1° y 5° año, una bandera hecha por lxs chicxs de Inicial y una suelta de globos que pintó el cielo de celeste y blanco. Luego, el Nivel Secundario pudo recorrer la Muestra del Bicentenario, con variados stands que conmemoraban de diferentes modos los doscientos años de Independencia.

El Taller Literario Letra Joven no quiso ser menos, y allí estuvimos con nuestro "Rincón Poético", ofreciendo una pequeña consigna de escritura para quien quisiera unirse al juego literario. Aquí dejamos, entonces, las "Palabras por la Patria" del Instituto Pirán.

La Argentina está libre de cadenas y es posible soñar con un país lleno de patriotas.
- Martín, 2°B -

Siendo valientes y estando unidos logramos romper las cadenas bajo el mismo sol.
- Ailín, Sofía G., Camila y Morena, 2°B -

La independencia es vivir en libertad fortaleciendo nuestra vida con unión y soñar con un país mejor.
- Ramiro, Franco y Neyén, 3°A -

La Argentina y su patria, con sus patriotas, se volvieron libres y así todos sus ideales fueron mejores.
- Sofía R. y Sofía P., 3°A -

El celeste y blanco de nuestra bandera es un constante recuerdo de que gracias a nuestros antepasados podemos disfrutar de la libertad y autonomía de hoy en día.
- Victoria, 3°A -

Día de la Independencia. ¿Qué recordamos? Es luchar por nuestros ideales, luchar por la celeste y blanca, las ganas de fortalecer nuestras raíces y nuestra libertad. Ser Argentino es representar nuestra libertad y rebeldía, representar orgullo y raíces.
- Rocío P., 4°B -

Los patriotas lucharon por la autonomía e independencia, quisieron luchar por ser libres.
- Azariel, 3°B - 

Gracias a la valentía de nuestros antepasados, que lograron romper con las barreras de los españoles, hoy disfrutamos y celebramos este día con nuestra bandera celeste y blanca y podemos soñar con un futuro mejor para la Argentina.
- Alejandra, 5°B -

El general San Martín, valiente y heroico, defendiendo sus ideales se permitió soñar con una nación con unión y libres de sus tan pesadas cadenas.
- Tomás, 4°A -

¡Hay que fortalecer la libertad! ¡Seamos patriotas y honremos la celeste y blanca!
- Andy, 5°A -

Todos los patriotas han de ser valientes al defender la bandera argentina, y no romper lo lazos de la celeste y blanca que nos ilumina con su sol día a día.
- Rocío y Micaela O., 4°A, y Julián, 5°A -

Sigamos luchando por la libertad que nos brindó una independencia. Continuemos siendo libres durante muchos años más e icemos nuestra bandera con orgullo.
- Julieta Casadevall, 3°B -

La fortaleza está dentro de cada uno, solo hay que ser valiente para encontrarla.
- Julieta y Aldana, 3°A -

Hay que ser valiente y no romper la bandera celeste.
- Alessandro, 5°A -

Los hombres libres luchan por su independencia en la Patria argentina.
- Nahuel, 2°B -

Nuestra autonomía creció al romper los lazos con los españoles. Nuestros patriotas luchamos con nuestra celeste y blanca, con los ideales de liberación.
- Agostina y Micaela, 3°B -

El luchar por ser libres hace fortalecer nuestra unión.
- Miguel, 3°B -

Los hombres libres luchan por una independencia en la patria celeste y blanca.
- Micaela O., 4°A, y Julián, 5°A -

Con ideales y amor por una patria, a través de la unión entre todos los argentinos, vamos a fortalecer nuestra autonomía y libertad.
- Martina, 4°A, y Clara y Candelaria, 4°B -

Hay que luchar por la bandera celeste y blanca de la libertad, por nuestros ideales.
- Rocío T., Camila y Delfina, 5°B -

Nuestros valientes lucharon por lograr autonomía y reemplazar "cadenas" por una bandera celeste y blanca.
- Graciela, Directora de Estudios -

Somos un pueblo valiente que con unión logró su autonomía.
- Sofía, preceptora -

Nunca dejemos de luchar
por la patria y por la unión,
por la bandera celeste y blanca
hay que dejar el corazón.
Si en aquellos tiempos lograron
a las cadenas romper,
nunca dejende soñar...
la Patria vamos a fortalecer.
- Julián, preceptor -

Blanco y puro es el corazón de todos los que han de luchar pacíficamente por sus ideales. Así logran ser libres, así logran la Independencia de ese corazón, de sus vidas, y de su hermosa Patria.
- Andrea, preceptora -

En este momento candente
necesitamos que seas valiente.
Queremos una Nación
en permanente unión.
Dejá atrás las penas,
rompé de una vez las cadenas.
Entramos en una nueva era,
levantá bien en alto tu bandera.
Volando alto como las gaviotas,
imitá a nuestros patriotas.
- Pablo Ingrassia, profe -

Por nuestros sueños e ideales, luchemos por una Patria más justa, soberana e inclusiva, y rompamos la dependencia que nos coloniza de cuerpo y alma.
- Melissa Amici, profe -

Soñar con la autonomía de la Patria es cosa de valientes y nos hace sentir el sol en el corazón.
- Patricia Términe, profe -

En blanco y celeste,
basta de cadenas.
Vamos Argentina
por la autonomía.
- Magdalena, bibliotecaria -

La patria argentina está formada por millones de patriotas que luchan día a día por la independencia y la autonomía del país.
- Anónimo . . . -

¡FELIZ BICENTENARIO PARA TODXS! ¡¡¡VIVA LA PATRIA!!!

jueves, 7 de julio de 2016

Los ojos del Halcón

Eras un hombre frío como el invierno. Nos íbamos a encontrar en la plaza, a la vuelta de mi casa. Tenías un largo viaje caminando hasta allí pero no te importó. Querías decirme algo importante y querías que ese lugar, aquel en el que nos conocimos, fuera donde escuchara tu noticia para mí.
Me contaron con sumo detalle tu trayecto desde el museo donde trabajabas hasta donde había ocurrido el suceso. Me habías contado que te retrasarías media hora para arreglar la exhibición de un halcón.
Te habían advertido que no le vieras a los ojos pero no creías en esas cosas, no, vos no creías en esas “maldiciones”. Si lo hubiera sabido desde un principio, te hubiera advertido nuevamente pero no supe nada de eso hasta después del suceso. En ese momento, había pensado: “Mejor, así me puedo preparar más tranquila para esa noticia”, pues no dabas tanta importancia a algo insignificante.
Saliste del Museo Argentino de Ciencias Naturales en el Parque Centenario, en Caballito, al terminar tu trabajo. Habías caminado la primera calle desde el parque. La calle había estado repleta de caras apagadas aquel día de lluvia. Habías caminado acompañado con esa multitud de máscaras grises hasta la quinta o sexta calle. Habías cruzado en la esquina hacia la otra calle.
Allí habías caminado con rapidez por las vías del tren. Las barreras habían bajado pero vos habías seguido. Querías contarme todo. Lo único en lo que habías pensado era en mí, no habías querido dejarme esperando.
Se había escuchado en la estación la bocina del tren. Tu cabeza perdida entre pensamientos no había sido lo suficientemente rápido para observar al enorme transporte, al enorme monstruo, que te asesinó.
La policía encontró tu morral junto a tu cuerpo. Allí había cuadernos, uno repleto de papeles del museo y otro donde hace tiempo habías estado dibujando. Siempre que estabas conmigo lo llevabas, me había acostumbrado a verlo.
Lo abrí apenas el policía me lo entregó con tus pertenencias. Observé la última página donde junto a un hermoso retrato mío habías escrito a un costado:

“Ojos de halcón,
Tu voz como una canción…”

Nada más. No habías acabado aquella poesía o aquel intento de poesía (ya sabés que no sé nada sobre el género lírico). Sin embargo, a vos te encantaba, tu vida era una poesía, una poesía con un final mal escrito.
A vos te encantaba ser frío pero aquella poesía mostraba ese lado que siempre habías ocultado a todos los que te habían acompañado excepto a mí, ese lado romántico que me enamoró desde un principio, aquel que “desaté”, según vos.
Me has dejado enamorada y, a la vez, intrigada. No sé donde estás, solo sé que estás lejos de mi. Recuerdo bien tus ojos fríos en aquel ataúd, tan fríos como los de un halcón. El entierro está grabado en mi memoria y tus recuerdos son parte de mi historia.
¿Cuál es la fría noticia del invierno? No lo sé. Solo sé que eras un hombre frío como el invierno, e irónicamente… moriste en invierno

viernes, 1 de julio de 2016

El vigía

Era el décimo día de viaje.
Y el quinto de naufragio.
Hace diez días que no veo a mi familia.
Y hace cinco que perdí toda esperanza.
Había zarpado con un barco tan grande que hacía que cualquier navegante se estremeciera.
Y había terminado con un pedazo de madera más chico mi hijo. Me acosté, mirando hacia el cielo. El negro infinito de la noche. El blanco de las estrellas. Recordé haber visto el cielo de igual forma seis días atrás. Estaba oteando en mi lugar de vigía. Esperando encontrar una isla. Pero no, solo encontré la soledad del mar.
Todavía recuerdo la noche del "accidente". Estaba durmiendo. Desperté con el sonido de olas golpeando el barco. Pensaba que solo era una tormenta tranquila, como solía pasar. Todo hasta que escuché el grito de uno de mis tripulantes.
Corrí, solo para encontrarme con un orificio del tamaño de una orca. Litros y litros de agua entraban.
Despues de eso, todo estaba borroso.
El agua entrando.
Cientos de marines corriendo en sus uniformes azules.
Su sangre, rojo carmesí.
Corrí a babor...
Y eso es todo lo que recuerdo.
Ahora estoy en no sé dónde, solo.
Empecé a escuchar a algunas aves cantar.
Qué hermoso rui... ¿qué? ¿Aves? ¿Cantar? Si hay aves, hay... ¡Tierra!
Me levanté, casi cayendo de la madera.
- ¡Tierra a la vista! ¡Tierra a la vista! - grité para mí mismo, ya que no tenía a nadie con quien festejar.
Vi la dichosa isla.
Había gente desnuda.
Bailaban.
Golpeaban sus escudos.
Reían.
Eran una especie de tribu.
Felices.
Empecé a remar con mis brazos hasta que por fin llegue.
- Hola - dije, y nadie me contestó.
¿No me ven? ¿No me oyen?
- ¿HOLA? - grité.
Nada.
De a poco, todos iban desapareciendo.
Todo fue mi imaginación.
Mi deseo de sobrevivir.
Pero como siempre, la realidad te golpea y te grita que tus sueños nunca se van a hacer realidad.