miércoles, 10 de septiembre de 2025

Reflejos en el espejo

Regreso a la casa familiar. No debería sentirme extraño aquí, pero desde que crucé la puerta, algo en el aire pesa distinto. El olor a humedad, las paredes frías, el crujir de la madera… nada parece haber cambiado. Sin embargo, tengo la sensación de que todo me observa.
Camino por el pasillo y veo la puerta del cuarto de mi hermana entreabierta. Por un instante, la veo sentada en la cama, de espaldas. El corazón acelera rápido. Quiero llamarla, pero no podía pensar en ella como en un ser parecido a los otros. Siempre hubo algo en su forma de moverse, algo que parecía no pertenecer del todo a este mundo.
Al llegar a la cocina, siento un escalofrío. Frente a la ventana, mi madre está de pie, inmóvil, con la mirada perdida. El encuentro con mi madre fue conmovedor; su rostro se ve igual que en mis recuerdos, exactamente igual. La llamo, pero no responde. Cuando parpadeo, ya no está.
Subo las escaleras, intentando ignorar el frío que parece seguirme. En mi cabeza regresan viejos recuerdos de la escuela, como agujas clavándome en cada agujero del cuerpo. Pienso en esa tarde en que un profesor se había permitido un día dar un bofetón a uno de nosotros que tuvo el horror que merecía. La sensación de injusticia me invade, pero lo raro es que no logro recordar a quién golpearon. O quizá... no quiero recordarlo.
La noche cae rápido. La casa parece más grande, más hueca. Escucho pasos en el pasillo, suaves. Una voz femenina susurra cerca de mi oído: esta desesperada por encontrar a su marido y volver con su hijo. Giro sobre mí mismo, pero no hay nadie.
Voy al cuarto de mi hermana. La puerta está cerrada, aunque sé que la vi abierta hace unos minutos. Pongo la mano en el picaporte... está helado. Lo giro lentamente y entro. La cama está perfectamente tendida, como si nadie hubiera dormido en ella en años. Sin embargo, en el espejo frente a la cama, veo su reflejo detrás de mí, inmóvil, observándome. Me doy vuelta. No hay nadie.
Bajo corriendo al living. Las paredes parecen acercarse, el aire es más denso, casi irrespirable. Siento que la casa respira, que cada rincón sabe que estoy aca. Miro hacia la ventana y me veo reflejado, pero no estoy solo. Detrás de mí, la silueta de mi madre... y otra más pequeña, quieta, casi pegada a mi hombro.
Parpadeo. Solo estoy yo...

miércoles, 6 de agosto de 2025

Bajo el mar

- Pero, señorita, sus piernas le van a servir para poder salir a la superficie y conquistar al príncipe.

- Sí, ya sé. Pero, como le estoy diciendo, con mi voz le alcanza, no necesito unas piernas.

- ¿Está segura, señorita? - Me dijo con voz preocupada.

- Sí, muy segura, ya tengo planeado mi plan, no se preocupe - le dije, segura.

Salí nadando rápidamente de su cueva, subí nadando hacia la superficie, y me apoyé sobre una roca, cerca de la orilla, a esperar a que el príncipe apareciera. Al cabo de un rato, veo al príncipe caminar descalzo por la arena, acompañado de su perro; los miro fijamente y me preparo para saltar al mar, para después empezar a acercarme.

Siento cómo mis cuerdas vocales se aflojan y mi canto suena, hermoso, dulce y melancólico al mismo tiempo. Como ya lo esperaba, el príncipe gira inmediatamente la cabeza y sus ojos quedan fijos en mí; veo cómo se empieza a acercar lentamente y su perro sale despavorido, mi voz cobra más fuerza y él se empieza a acercar más y más; hasta que, cuando lo tengo suficientemente cerca, con el agua al torso, agarro su cuello y lo meto abajo del mar para poder ahogarlo. Veo cómo poco a poco pierde fuerza y su último respiro sale de sus labios. Listo, mi trabajo está hecho, ahora a comer.

miércoles, 25 de junio de 2025

Corran por sus vidas

Esta ciudad será destruida en miles de pedazos, no habrá quién se salve, personas y animales ya no existirán, yo les recomiendo que desde ahora reúnan sus suministros porque cuando el ave de color rojo pase por estos cielos ya va a ser demasiado tarde, agarren lo que más aman y huyan porque si no todos ustedes serán cenizas. 
Lo que se acerca es algo que no se ha visto antes, una monstruosidad hecha de metal. Con ojos rojos e inteligencia suprema pasará por esta hermosa ciudad a destruir todo a su paso y después no dejará rastro.
Los que sobrevivan serán honrados por el infierno que van a sufrir y los que no, descansarán en paz, así que prepárense para correr por sus vidas.