Lo conociste un jueves, ¿recuerdas? Llevabas tu suéter favorito, sí, el blando que es demasiado largo por las mangas. Raramente lo usas, pero sentiste que iba a ser un día especial, aunque eso sería subestimar lo que pasó después. Mientras caminabas al trabajo escuchaste un maullido, un gato sobre un árbol, trataste de saltar lo más alto que podías pero sin resultados porque tu altura no te lo permitía; una risa se escuchó detrás tuyo. Azul. Fue lo primero que notaste, ese color te trajo memorias de tu peluche favorito, ese que era de un azul tan brillante que te cautivaba. Al parecer, luego de tanto años, ese color lo sigue haciendo. Estabas atónito, el mundo pareció parar por varios minutos, un desconocido te preguntó si te encontrabas bien. Te sonrojaste y comenzaste a balbucear. ¿Qué te sucedía? Parecías no poder controlar tus palabras. El desconocido te ayudó a bajar al gato del árbol. Se quedaron hablando, hasta que te diste cuenta de que estaba oscureciendo. El tiempo pareció volar, una tristeza se apoderó de ti al ver que era hora de despedirse; seguro ese sentimiento se notó en tu rostro, ya que el chico preguntó por tu número. Arreglaron una cita, así es como comenzó todo.
Empezó a decaer un lunes, habían arreglado salir juntos, se encontraron en el lugar acordado y conversaron por unos minutos hasta que cayeron en un silencio, antes esto no habría sido incómodo pero por alguna razón lo fue. Recordabas esos momentos en los que soñaban con escaparse hacia las montañas por un tiempo, siempre quisieron ver la nieve juntos, porque lo único que lograban ver en su ciudad era la lluvia. Él comenzó a jugar con el borde de su remera, algo que hacía cuando estaba nervioso. Se notaba en su cara, cosa que llenaba de miedo tu corazón, parecía querer decir algo pero no encontraba las palabras. La cita terminó, se abrazaron para despedirse. Llegaste a tu casa; tirando el abrigo sobre tu cama notaste caer un papel del bolsillo. Era una nota:
"No tengo el coraje para decirte esto a la cara. Lo más probable es que luego de esta nota me odies y pensarás que todo por lo que pasamos fue una falsedad. Hace muchos años que planeo esto, incluso antes de conocerte, batallando internamente si decidía quedarme por ti o irme por mi propio bien. Sé que jamás te olvidaré y espero que tú no me olvides a mí. Lo siento y te amo."
[Tal vez ocurrió así:]
La nota cayó suavemente sobre el piso, te quedaste mirando fijamente el papel por lo que parecieron minutos. Una lágrima cayó, tocaste tu mejilla, sintiéndola húmeda; estabas llorando pensando en que tal vez ese era tu amor verdadero y se acababa de escapar de entre tus dedos sin poder hacer nada al respecto. Todas las emociones que sentías al mismo tiempo te agotaron y decidiste descansar. Esa noche soñaste con ojos azules y suaves caricias.
[O tal vez ocurrió así:]
La nota cayó suavemente sobre el piso, te quedaste mirando fijamente el papel por lo que parecieron minutos. Una lágrima cayó, tocaste tu mejilla pensando en todos los buenos momentos que habían pasado juntos. Lo más probable es que ese fuera el amor de tu vida y se alejó de ti sin poder hacer nada al respecto. Estabas muy abrumado por tantos sentimientos. Secando tus lágrimas decidiste que mañana sería otro día, pero hoy te encontrabas muy cansado. Te recostaste en la cama cayendo, casi inmediatamente, en un sueño profundo donde ojos azules te miraban con adoración y sus manos te acariciaban delicadamente.