Renovarse es necesario
más cuando lo hacés improvisado.
Liberarse es imprescindible
más cuando tu mente te lo pide.
Dejar atrás lo tóxico es genial
porque al fin y al cabo sentís que volás.
Cuando la incomodidad afecta tu forma de ser
entendés que es necesario cambiar de una vez.
Y cuando te das cuenta de que el pasado ya fue
es cuando comenzás a armar tu futuro a fe.
Siempre pensando que
si no hubiera sido necesario
esto nunca habría pasado.