Veo cómo te mira, veo cómo la mirás.
Y me arrastro al universo paralelo donde podría ser yo en ese lugar.
Pero regreso más lastimada que antes y también cansada, porque imaginar lo que nunca sucedió, se lleva partes de mí.
Como un lápiz sobre un papel.
Una botella llena al caer.
Un cigarro prendido sin nadie que le dé.
Y como mi corazón sobre el camino de sus miradas, destruido por no saber dónde pertenecer.